Chile avanza hacia la consolidación de la biotecnología con nuevos desafíos en la escalabilidad de bioprocesos y fortalecimiento del marco regulatorio
October 24 ,2024
October 24 ,2024
Santiago, 23 de octubre de 2024 – Hoy se realizó el conversatorio “Diseñando el Mañana: Innovación en Biofármacos y Bioprocesos” en las dependencias de la Embajada Británica en Santiago. Organizado por la Cámara Chileno-Británica de Comercio, el evento destacó los avances y retos que enfrenta Chile en su desarrollo biotecnológico, con un enfoque especial en la necesidad de escalar los bioprocesos y robustecer el marco regulatorio para la creación de plantas piloto y prototipado.
La presidenta del Comité de Tecnología, Innovación y Ciencias de la Cámara Chileno Británica de Comercio, Joanna Pérez, dio inicio al conversatorio resaltando que “Chile está en un momento clave de crecimiento en biotecnología, consolidándose como un líder emergente en América Latina”. En este sentido, el país ha experimentado un auge en investigación y desarrollo (I+D), con un enfoque particular en áreas como la salud, la agricultura y el medio ambiente.
Durante el evento, se contó con la participación de dos expertas destacadas en el campo de la biotecnología: la Dra. Claudia Altamirano, Ingeniera Civil Bioquímica de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), y la Dra. Paulina Rubilar, Bioquímica de la Universidad de Santiago y PhD en Ciencias Biológicas de la Ecole Normale Supérieure de Lyon, Francia. Ambas expertas compartieron sus experiencias y conocimientos sobre la importancia de escalar bioprocesos en la industria biofarmacéutica y el rol esencial que juegan las sinergias entre la academia, la industria y el gobierno.
La Dra. Claudia Altamirano abordó la necesidad urgente de avanzar en la escalabilidad de los bioprocesos.
“La biotecnología en Chile enfrenta el desafío de trasladar los desarrollos de laboratorio a la producción industrial, lo que requiere plantas nacionales con capacidad de pilotaje y prototipado. Este paso es esencial para la producción de biofármacos y la mejora en el acceso de los pacientes a terapias innovadoras”, afirmó Altamirano.
En su intervención, explicó cómo la complejidad de las moléculas biotecnológicas, como los anticuerpos monoclonales, ha incrementado los costos de las terapias, destacando la necesidad de optimizar los bioprocesos para reducir costos y mejorar la accesibilidad. La producción a pequeña escala, en reactores de laboratorio, debe trasladarse a una producción industrial, lo que conlleva retos significativos, como mantener la calidad y eficiencia del producto final. Un ejemplo claro de este desafío es la producción de anticuerpos monoclonales, que requieren condiciones óptimas para su desarrollo en cultivos celulares a gran escala. En este sentido, se enfatiza la necesidad de adoptar cultivos en suspensión y procesos de manufactura continua para incrementar la productividad y reducir costos.
Por su parte, la Dra. Paulina Rubilar subrayó la importancia de fortalecer el marco regulatorio para fomentar la creación de infraestructura adecuada.
“Chile aún no produce vacunas humanas, lo que refleja la necesidad de una regulación más clara que permita la construcción de sitios de fabricación bajo buenas prácticas de manufactura (GMP). Este es un paso crucial para el desarrollo de productos biotecnológicos competitivos a nivel mundial”, enfatizó.
Es esencial que las instituciones regulatorias, en colaboración con el gobierno, desarrollen una estrategia coordinada para facilitar la creación de infraestructura adecuada para el pilotaje y la fabricación de biofármacos a nivel nacional. De esta manera, Chile podría reducir su dependencia de importaciones y generar una industria biotecnológica local robusta y competitiva.
El conversatorio también destacó los esfuerzos del país por generar sinergias entre diferentes actores, incluidos el gobierno, la academia y el sector privado, para impulsar un ecosistema colaborativo que favorezca la innovación y la transferencia tecnológica. La Ley I+D para empresas y los programas de apoyo a startups como los proyectos IDeA y Corfo fueron mencionados como ejemplos clave de esta colaboración.
Para que Chile pueda dar el gran salto en biotecnología, es fundamental consolidar el desarrollo de plantas nacionales que permitan la escalabilidad de los procesos biotecnológicos. Esto debe ir acompañado de políticas públicas que fomenten la colaboración entre gobierno, academia y sector privado, asegurando la continuidad de los proyectos de I+D y la creación de startups biotecnológicas. Además, se debe trabajar en la formación de regulaciones claras y robustas que permitan la certificación de plantas nacionales bajo estándares internacionales.
Chile está en una encrucijada en su desarrollo biotecnológico. Para convertirse en un referente en la región y a nivel mundial, es crucial avanzar en la traslación de los procesos de laboratorio a la industria, robustecer el marco regulatorio y promover una sinergia efectiva entre academia e industria. Estos pasos permitirán no solo la creación de biofármacos y bioprocesos innovadores, sino también un impacto directo en la economía y la salud del país.